lunes, 15 de septiembre de 2008

invitacion

transmutaciones

El ser humano como parte de la naturaleza, la naturaleza afectada por la ciencia, la ciencia y el progreso como producto y parte del hombre.

Un complejo triangulo lleno de intersecciones, donde cualquier acción tiene una repercusión directa, significa un cambio, una mutación en los otros dos y por lo tanto en sí misma.

Transmutaciones pretende hacer reflexionar sobre temas universales y que forman parte de nuestro tiempo, siempre a través de la ironía, el humor, la belleza y la poesía.

domingo, 14 de septiembre de 2008

laboratorio sala kstelar 22







Durante los últimos años las investigaciones biológicas y médicas han afectado profundamente al desarrollo del discurso cultural del que los artistas se han hecho cargo.

Las interpretaciones que los productores de la cultura han generado en este campo se caracterizan por su diversidad y complejidad. Han creado, desde una óptica interdisciplinar y experimental, obras donde cuestionan las posibilidades poéticas y estéticas de la ciencia, del discurso científico y de los avances tecnológicos.

Se ha abierto una nueva brecha de experimentación que introduce a los artistas en los laboratorios y esto, a su vez, sociabiliza la acelerada investigación que en ellos se lleva a cabo. El concepto laboratorio se expande como lugar no sólo físico sino también reflexivo, donde se sirve de las herramientas necesarias para experimentar, analizar, indagar o transmutar.

El arte de hoy manifiesta su interés por las ciencias, concretamente por las más próximas a la biología. El panorama del arte actual introduce en sus creaciones organismo vivos (animales, plantas, células, bacterias, tejidos orgánicos, etc.) como parte estructural de la obra, razón por la que se les ha empezado a denominar “bioartistas” a todos aquellos que interrogan a la naturaleza y a sus creaciones; la informan, y la dotan de infinitas posibilidades estéticas y conceptuales.

Al igual que en el laboratorio el científico mediante el microoscopio accede a un mundo de otro modo visible, intentando separar la esencia de los matices, la información del ruido y tratando de comprender y hallar lo común entre lo diverso,

Las interacciones entre arte y ciencia revelan una creación en el quehacer científico. Se discurre en la elaboración de un momento crucial que exige un despliegue de imaginación, ingenio y otras virtudes que concurren en todo proceso creativo, en la edificación de algo que todavía no se ha formulado.

En la creatividad tanto artística como científica están involucradas las mismas virtudes anímicas: la curiosidad, la inventiva y la capacidad de asombro que lleva a la artista.

Decía Ramon y Cajal que “en la ciencia como en la vida, el fruto llega después del amor”. Muchos científicos adoptaron esta lección, la que se produce cuando al avanzar en el conocimiento comprendemos la imposibilidad de llegar hasta el final. Tal vez por ello la ciencia se asoma necesariamente al terreno del arte y viceversa ya que ambas disciplinas dan cobijo a sus productores de su asombro, sus incertidumbres, y sus preguntas sobre el mundo...

DE LA CREACIÓN ARTÍSTICA EN EL QUEHACER CIENTÍFICO

Miguel Ángel Benjumea



miércoles, 10 de septiembre de 2008

vídeo



Fotogramas del vídeo "equilibrio infinito"
Ficha técnica
Dirección: María Díaz
Fotografía: Arturo Salguero
Montaje: Fernando Jimenez
Asistente: Ana Dominguez


INTERVIEW

No es una molestia
explicarle lo que siento
del infinito
el infinito es
sencillamente
un agrio viento frío
que eriza las mucosas
la piel
y las metáforas
le pone a uno en los ojos
lágrimas de rutina
y en la garganta un nudo
de sortilegio
seguramente usted ya se dio cuenta
en el fondo no creo
que exista el infinito

Poemas de hoy por hoy, Mario Benedetti

miércoles, 3 de septiembre de 2008

laboratorio




El contexto de aparición de estas recetas sobre “la buena vida humana” es el rotulo Light , y tiene que ver con la progresiva esterilización de lo real, cuyo inhabitual contacto directo se ha vuelto demasiado fuerte “antihigiénico, grosero y en última instancia, obsceno “ como para poder soportarlo sin peligro de contagio, y por ende puede solo presentarse en envoltorios antisépticos – desde los envases plastificados que nos liberan del amenazador trato manual con los alimentos hasta las tarjetas de crédito que evitan el tacto rudo del dinero, pasando por los profilácticos de las relaciones sexuales .

"Pasión, memoria, política: miradas de extrañamiento” [exposición].


proyecto transmutaciones




meduse









La blanquisidora es blanquísima y respira en lencerías. Sus dedos son precisos; sus ojos, angulosos. No recuerda haberse resfriado nunca, su voz es, no obstante, un poco ronca. Dice que jamás ha soñado y uno le cree.
Muchos acuden a ella en busca de orden. Es irresistible. Habla poco, pero lo que dice tiene el valor de un dogma religioso. No se ha estipulado que rece, ella es su propia iglesia.
Cuando celebra la blancura, uno se avergüenza de haber vivido tanto tiempo en la inmundicia.
Todo es inmundo comparado con ella, no hay mentís que valga. Abre mucho sus ojos angulosos, los dirige serenamente hacia uno y le hace sentir un resplandor desde dentro. Es como llevar en sí mismo todos sus manteles correctamente doblados, nunca estirados, formando un blanquísimo montón, eternamente, eternamente.
Sin embargo, jamás está del todo contenta, pues hasta ella encuentra manchas en su lencería.
Hay que ver como se arrebata al descubrir un punto diminuto. Se vuelve un peligro, como una serpiente venenosa. Abre la boca y descubre sus horribles colmillos ponzoñosos.
Se yergue antes de atacar:!ay de la pobre manchita!.
Ha habido casos en que el miedo la hacìa desaparecer, y la blanquisidora se pasaba horas y horas buscándola con insistencia. Pero otras veces no desaparece. Y es como si pasara un huracán. Coge la lencería - no la coge sola, sino con otras veinte que ya estaban apiladas - y, sin perder un instante, comienza a lavar de nuevo el enorme fardo.
En momentos como ese es preferible dejarla sola, pues su frenesí no tiene lìmites.
Lava también todo lo que está a su alcance: mesas, sillas, camas, gente, animales.
Es como en el juicio final. Nada halla gracia ante sus angulosos ojos.
Hombres y animales son lavados hasta morir. Es como antes de la creación del mundo.
La luz es separada de las tinieblas. Ni el mismo Dios está seguro de lo que vendrá.

El testigo de oído, Elías Canetti